miércoles, 23 de junio de 2010

CÓMPLICES DEL SILENCIO


Sorpresa en los almuerzos de Mirta Legrand: a propósito del estreno de Cómplices del silencio, la Señora invitó a Florencia Raggi (protagonista) a uno de sus almuerzos.

A raíz de la trama del film, Legrand contó que tuvo familiares desaparecidos y que en aquel entonces hizo una gestión con el ministro del Interior de la dictadura para salvarlos.

Florencia Raggi
tomó la palabra para referirse no sólo a las caras visibles de la dictadura militar sino también a quienes se beneficiaron de esa política y fueron cómplices de su accionar, haciendo hincapié en el nombre de la película.

Luego, desde 678, Juan Leyrado acusó a La Señora de defender el régimen de facto y le reprochó tantos años de silencio.

Así como venimos festejando los partidos de la Selección Argentina alimentando esperanzas mundialistas, hace 32 años, en tiempos del Mundial 1978, había argentinos gritando goles mientras otros esperaban que esos partidos nunca terminasen para que las nuevas rondas de tortura no volvieran a empezar en los campos de concentración. Esta es unas de las reflexiones que propone Cómplices del silencio, estrenada esta semana y dirigida por el italiano Stefano Incerti, producto del primer convenio entre el Incaa y su equivalente en Italia, la Direzione Generale per il Cinema.

Maurizio Gallo (uno de los hermanos de La mejor juventud , Alessio Boni) es un periodista italiano que viene a la Argentina a cubrir el Mundial, y aprovecha para reencontrarse con sus parientes emigrados años atrás. Una vez en el país conoce a Ana Ramírez (una excelente Florencia Raggi), de quien se enamora instantáneamente sin saber que es miembro activo de la resistencia a la dictadura militar.

A través de esta relación, el periodista italiano descubre que el Mundial es tan sólo una pantalla para que la mayoría de la gente ignore o se distraiga mientras la muerte y la tortura empiezan a poblarlo todo. Uno de los integrantes de su familia, Pablo Pere (Juan Leyrado), funcionario del gobierno militar, descubre la relación. Sospechado de formar parte de la misma célula que su amante y acusado de pertenecer a las Brigadas Rojas, Maurizio no tarda en ser detenido y trasladado a la Escuela de Mecánica de la Armada (Esma), a pocas cuadras del Estadio Monumental de fútbol. Con la conquista del Mundial por parte del equipo argentino y en medio de la euforia popular, Maurizio es liberado.

Como dice Leyrado, si bien hay gente a la cual películas como ésta no la va a movilizar porque cotidianamente y en democracia prefieren seguir siendo cómplices, sigue siendo positivo que el cine se ocupe de temáticas como los derechos humanos. Suceden cosas como, por ejemplo, La Señora confesando algo que nunca se le ocurrió contar en la millonada de almuerzos que lleva en su haber y, como consecuencia, los familiares de las víctimas de la última dictadura militar exigiendo que sea citada a declarar en la Justicia. Claro que las películas contextualizadas en un momento histórico tal invitan al espectador a comprometerse con la realidad, y la variedad de recursos que posee el cine permite a los realizadores llegar a muchos sectores de la sociedad, y de ahí su capacidad de incidir en la política. Cómplices del silencio cumple con las expectativas.


FICHA TÉCNICA

Titulo: Cómplices del silencio
Dirección: Stefano Incerti
Con Alessio Boni, Jorge Marrale, Juan Leyrado, Florencia Raggi y otros.
Fotografía: Pasquale Mari.
Música: Pivio y Aldo de Scalzi.

Duración: 104 minutos


Entrevista a Juan Leyrado:
Un mundial bastante psicótico



Le pregunto si era de la Juventud Peronista, y responde: “Yo fui joven. Quería tener amigos y novia, gracias a la militancia conocí gente entrañable”. Hijo de un padre radical y una madre sobreprotectora, a los 16 años empezó a militar en la Juventud Peronista.

En Cómplices del silencio, el actor tuvo que ponerse en la piel de Pablo Pere, un funcionario de la dictadura. “Traté de darle un perfil contradictorio, que es el que siento que alguna gente tuvo. Este personaje terrible, no por nada, es parte de una familia en donde su sobrino, sin ser militante, era muy sensible a lo que pasaba en el país, ubicándolo así en el ojo de la tormenta.”

–¿Cómo trabajaste el personaje?

–Pude disociarme sin conflicto. Nuestra generación tiene muy grabada en la retina, en los olores, en las pieles lo que sentíamos cuando veíamos a esos personajes por la calle. Así que la construcción fue ésa, la de extraer esos recuerdos que todavía tengo encima.

–¿Creés que el hacer películas con perspectiva de derechos humanos ayuda para tomar conciencia?

–Ojalá. De todas maneras me parece que si hoy en día hay gente que no es capaz de ver y de sensibilizarse con estas temáticas, no lo va a hacer nunca, hagamos películas al respecto o no. Hay muchos argentinos que todavía prefieren no ver lo que pasó. Sigue habiendo gente que por ejemplo elige no asumir lo que pasó y ahí se escuchan cosas como "No fueron 30 mil", "No hubo chicos apropiados", etc. Hay editoriales de algunos periodistas que escribieron en esa época que ayudaron a construir ese discurso desde la ceguera, y hoy los seguimos leyendos en los grandes diarios. Los vemos en la televisión.

–¿Qué recuerdos tenés del Mundial ’78?

–Cuando la militancia se empezó a formalizar y había grados, superiores, capitanes, nos parecíamos mucho a un ejército, y yo nunca fui muy bélico que digamos. Me fui de la militancia antes del golpe, pero fui perseguido, pasé por calabozo. El Mundial ’78 fue una cosa bastante psicótica. Éramos concientes de lo que pasaba en el país pero a la vez queríamos que Argentina ganase, entonces había que hacer un trabajo muy fuerte con uno mismo para no sentirse un traidor o no ponerse una venda en los ojos. Fue un tránsito bastante psicótico. No corría el aire puro.

–¿Y hoy? ¿Pleno Mundial 2010?

–Hoy sí corre aire y se abren puertas. La otra vez miraba a Diego abrazando a Estela y me emocionaba. Pensemos que nosotros todavía tenemos muy presente la imagen de Videla levantando nuestra copa. Hoy es diferente, por ejemplo, la ley de medios es una puerta que se abre, y no hay que alarmarse por esos que desean cerrar puertas.

–¿Desde los medios de comunicación?

–Por supuesto. Esto de querer mantener en la oscuridad a la Argentina, esto de querer meter miedo con cada nueva ley que sale, con cada nueva propuesta, legítima, pero es lo único que está quedando en esta época, y además, ¿sabés qué? Es lo último. No hay tiempo lógico natural que los pueda mantener, se están cayendo solos.



jueves, 10 de junio de 2010

¿Y ahora quién perfumará las noches?



Duro de domar esta perdiendo el interés que había despertado en los hombres de bien. Primero se fue Fernanda Iglesias, y su boca sensual llena de inteligentes reflexiones.

DDD es un programa con algo de humor, algo de información, algo de análisis y algo de boludez. Una mezcla interesante si comparamos con la oferta televisiva predominante.

Ahora se evaporó el perfume de Jasmín de Gracia, y sólo quedaron tontas alusiones al futbol mundialista. Ella era una de las panelistas. Mordaz e intransigente, la rubia tarada decía cualquiera y vos no sabías si hablaba en joda o no, hasta que nos dimos cuenta que hablaba en serio y le dieron una patada en el culo porque es una tonta sin remedio.

"La gente muchas veces no espera cosas trascendentes de una rubia modelo, entonces con algo más o menos lógico que digas, pasás a tener trascendencia, ¿entendés?, pero no es tan groso lo que dijiste"...

Menos mal que quedó la doctora Julia Mengolini...








viernes, 4 de junio de 2010

Documental urgente para HONDURAS


Amenazada de muerte y con una persecución política que incluyó la destrucción de meses de trabajo, la directora de cine hondureña Katia Lara se refugió en nuestro país para terminar su documental ¿Quién dijo miedo?, donde retrata el golpe de Estado en Honduras a partir de junio de 2009 y la compleja transición que supone pelear por la refundación de un país oprimido.


Desde el 17 de diciembre estoy en Buenos Aires en calidad de refugiada política. Acabo de terminar el documental que filmé desde que se realizó el golpe militar al gobierno de Zelaya en mi país. Después de seis meses de registro, continuar trabajando en Honduras suponía poner en riesgo nuestra seguridad y la del material. Así llegué hasta aquí, donde me encontré con la solidaridad de cineastas y periodistas que hicieron posible la finalización y difusión de esta película urgente
, cuenta Katia Lara, contenta por la tarea cumplida pero ocupada en difundir, por todos los medios posibles, la realidad de su tierra y un futuro incierto.

Militante del Frente Nacional de Resistencia Popular, Lara necesita contar las noticias que llegan todos los días a su mail desde Honduras, y que tan poco espacio ocupan en las internacionales de los diarios.

Violaciones a los derechos humanos, más de 40 casos documentados de asesinatos políticos y la prolongación de la dictadura a través de la figura de Porfirio Lobo son el resultado de casi un año de un proceso que empezó mucho antes, con la intención de abrir una consulta popular para incluir una cuarta urna en las elecciones que iban a ocurrir en noviembre y que, por supuesto, nunca fueron.

La intención era que el pueblo hondureño pudiera votar, junto con su elección presidencial, a favor o en contra de la formación de una Asamblea Nacional Constituyente. ¿Por qué es importante cambiar la Constitución de Honduras? Por muchas razones, pero las más importantes son la imposibilidad actual de hacer referéndum sobre asuntos políticos, la imposibilidad de revocar mandatarios y la necesidad de limitar la participación del ejército en la toma de decisiones. Qué paradoja, el golpe ocurrió antes de que la gente pudiera siquiera expresarse sobre esto, explica Lara.

¿Cuándo empezó el acoso hacia su productora?

–Desde que estamos trabajando para promover el proceso de la cuarta urna empezamos a recibir amenazas, esto es mucho antes del golpe de junio pasado. Nosotros, desde Terco Producciones, estábamos realizando spots televisivos ficcionados con el objeto de difundir la necesidad de la cuarta urna, porque como militantes nos parece muy importante que se inicie un cambio profundo en nuestro país. En febrero de 2009 fuimos víctimas del primer asalto a mano armada, en el cual perdimos el equipo de cámaras y los archivos de nuestros discos duros. Este hecho, que inicialmente podría haberse confundido con uno de delincuencia común, para nosotros fue claramente un indicio. En ese momento ya se estaba hablando de la inminencia del golpe. Hicimos la denuncia a la policía pero también a la Cofadeh (Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras) quien nos advirtió para que estemos atentos. Una vez que el golpe ocurrió, el 29 de junio, no dudamos en salir con la cámara a la calle para registrar los hechos. Lo hicimos hasta que vinimos aquí en diciembre. En ese lapso perdimos dos equipos más, uno en la represión en la que murió Roger Vallejo, un activista de la resistencia, de un tiro en la sien. Nosotros habíamos llegado a capturar ese momento, pero se quedaron con la cámara y destruyeron todo. Ese día también agredieron a 69 compañeros. La segunda cámara que perdimos fue el 22 de septiembre mientras cubríamos la represión en la Embajada de Brasil cuando desalojaron a la resistencia que estaba acompañando a Zelaya. Otra vez la policía llegó y nos pidieron que entreguemos la cámara y el material.

¿Cómo terminaron el documental si les robaron sistemáticamente las imágenes?

–Por suerte, compañeros periodistas nos prestaron material, pero se perdieron tomas muy valiosas. La represión y el robo de equipos es moneda corriente en Honduras desde el golpe de Estado, no puedo decir que sea algo personal contra nosotros, pero antes del golpe tuvimos esos sustos y tengo muy claro que fue por nuestro apoyo a la cuarta urna.

¿Cómo llegaron a Buenos Aires?

–Dos miembros de la productora, Carlos del Valle y yo, estamos acá en calidad migratoria de refugiados políticos en trámite. Salimos del país porque teníamos miedo de perder todo, pero hay quienes se quedaron o fueron a otros países. El protagonista del documental, René Amador, se exilió a España luego de que pusieran una bomba en el auto de su novia para vincularlo a un hecho terrorista. El es militante, además de actor, y venía trabajando con nosotros en las ficciones de la cuarta urna. Decidí estructurar el documental a través de él, por su intensa militancia, y porque es un actor fundamental de la lucha por la libertad hondureña. También seguí los pasos de una actriz llamada Xenia Flores, quien fue amenzada de muerte igual que yo desde el estado mayor conjunto, y producto de eso estuvo escondida durante meses. En un diario, se publicó una solicitada en contra de ella donde pedían la pena máxima por difamación, que son seis años de cárcel. Ahora ella sigue viviendo allá, no se ha querido exiliar. Pero esos son nuestros protagonistas, comprometidos a fondo con la causa.

¿Cómo sigue tu vida?

–Mis próximos pasos serán llevar el documental a otras ciudades de Centroamérica y Europa, y esperamos poder estrenarlo en Honduras el 28 de junio, día del aniversario del golpe. Pero quién sabe qué pasará hasta entonces...

Quién dijo miedo se proyectará el próximo lunes 7 de junio en el Espacio Incaa KM 0 del Cine Gaumont a las 19.30 horas. Av. Rivadavia 1635. Entrada libre y gratuita.

www.quiendijomiedofilm.blogspot.com




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