El colectivo Radar de los Trabajadores, que articulan las secretarías de Cultura de varios gremios, lleva adelante este encuentro que presentará cincuenta obras. “Es un ámbito más donde es necesario pararse a defender espacios, proponer y discutir”, dicen los organizadores...
Radar de los Trabajadores, joven colectivo de intercambio y articulación de la producción cultural del movimiento obrero en el que confluyen más de veinte gremios, presenta una iniciativa a la que define como “única” en la historia argentina. Se trata del Festival de Arte Trabajador, que pondrá en escena más de 50 espectáculos en los que participan afiliados de distintos sindicatos, durante todo septiembre, en diversas sedes y con entrada a la gorra. La única condición de la convocatoria que se abrió para la programación era que los espectáculos tuvieran en su equipo al menos un afiliado de alguno de los gremios que integran Radar. Podían ser propuestas de teatro, danza, circo, clown, títeres y teatro musical. El Festival culminará con el “1º Encuentro Trabajo y Cultura”, espacio de reflexión y debate anclado en este momento histórico.
El colectivo tiene menos de un año y lo articulan las secretarías de Cultura de gremios como el de los Trabajadores del Subte y el Premetro, Uocra, ATE Capital, Suteba, Sadop, Sutep, La Bancaria, Ctera, Suterh y UTE, entre muchos otros. En él conviven sindicatos tanto de CGT como de CTA.
“Es algo que lo diferencia de anteriores experiencias. Nos nutre, es un valor, es la primera vez que se da. Las construcciones de estos sindicatos a lo largo de la historia del movimiento obrero han sido desde diferentes convicciones y morfologías. Sus secretarías de cultura hacen cosas muy diferentes. Así que hay mucho intercambio de experiencias y muchas miradas”, explica María Frondizi, integrante del equipo de cultura de ATE Capital, y del que produce y coordina el festival y el encuentro.
En un manifiesto que data de abril de este año, Radar de los Trabajadores definió sus propósitos: “Frente a un nuevo avance neoconservador que se propone vulnerar otra vez las conquistas laborales, sociales y culturales de los argentinos, los trabajadores organizados decidimos formar un espacio que defienda, consolide, divulgue y promueva la producción cultural, educativa y de formación del conjunto del movimiento obrero. No sólo entre las propias organizaciones gremiales sino de cara al conjunto del pueblo argentino”. Con este mismo espíritu, Radar lanzó en julio la convocatoria para participar del Festival de Arte Trabajador.
“El objetivo es la difusión de los espectáculos que integran nuestros compañeros. Abrirle la puerta a las expresiones artísticas de los trabajadores, entendiéndolos como individuos completos que tienen otras inquietudes y maneras de expresarse por fuera del horario laboral”, resume Ayelén Fagiani, del área de cultura de La Bancaria seccional Buenos Aires.
Otro objetivo, como detalla Frondizi, es “poner en valor la producción cultural de los sindicatos”. “Todos los gremios de Radar trabajamos muy fuertemente en el ámbito cultural. Generamos eventos, tenemos medios de comunicación o programas, y algunos, espacios de cultura. Es una manera de compartir este trabajo con la comunidad”, completa. Hubo solamente un mes para responder a la convocatoria y llegaron más de 50 propuestas. La única condición era que en los espectáculos al menos un miembro del equipo estuviera afiliado a alguno de los gremios de Radar, sin importar si su cumplía su rol arriba o debajo del escenario. “Hubo muchísima respuesta y variada entre todos los sindicatos. Me sorprendió mucho la respuesta de danza. Hay muchísimos espectáculos de danza y de teatro; hay menos de títeres y clown. Y hay para adultos e infantiles”, puntualiza Fagiani. Será un encuentro no competitivo que incluirá en su programación a todas las obras que se postularon.
El evento también dará visibilidad a las salas de los propios sindicatos, que funcionarán como sedes, junto a los teatros La Máscara, Hasta Trilce y Habitar Gómez: el Auditorio Malvinas Argentinas (La Bancaria), Sala Gastón Barral (Uocra), Caras y Caretas (Suterh), los auditorios de UTE, Sadop y de la Asociación del Personal Superior de Empresas de Energía (Apsee). Las funciones serán de jueves a domingos, con entrada a la gorra. “Las salas van a funcionar en paralelo, la mayoría a la misma hora. El ingreso no es restrictivo. En un momento neoliberal, cuando es tan difícil acceder a espectáculos, abrimos a la comunidad la posibilidad de tener un montón de funciones a su disposición”, remarca Fagiani. Aunque sería muy difícil sintetizar las características de tal cantidad de materiales, más allá de las estéticas diversas un patrón común es que todos forman parte del circuito independiente.
“Necesitamos dar la batalla cultural, participar activamente y reflexionar desde dónde producimos y creamos cultura”, dice Frondizi, al referirse al “1º Encuentro Trabajo y Cultura”, que ocurrirá el 29 y 30 de septiembre, a modo de cierre del festival. Con invitados de los medios, la política y la cultura, se organizarán mesas de trabajo sobre diferentes ejes. Radar configurará un documento y definirá sus líneas de acción. “El eje transversal es la emergencia cultural. El vaciamiento de las políticas culturales o la no política cultural que está llevando adelante (el macrismo). Consideramos que es un momento vital, a todo nivel, para la participación y la mirada de los sindicatos, y la cultura es un ámbito más donde es necesario pararse a defender espacios, proponer y discutir”, amplía. Derechos y políticas; producción artístico y cultural; gestión, prácticas y territorios; cultura y trabajo y cultura y medios serán algunos de los tópicos de discusión. “El encuentro entiende a la cultura desde el punto de vista antropológico, más allá de lo artístico, y se preguntará cómo poner en discusión el modelo hegemónico”, anticipa Frondizi. “Estamos convencidos de que la unidad pasa por la cultura”, concluye Fagiani.