DARTHES. NO ES VOLVER, ES RETROCEDER
Experiencias, opiniones, dudas y certezas de los actores argentinos, hacedores, escritores, pensadores, y artistas varios...
sábado, 14 de agosto de 2021
SIMONA Y EL VIOLADOR
DARTHES. NO ES VOLVER, ES RETROCEDER
lunes, 15 de febrero de 2021
SOPHIA LOREN A LOS 86
Loren está hablando a través de Zoom. Aun sin su cámara encendida, es un huracán de carisma. "Es difícil para mí expresarme en otro idioma", se lamenta, y aún así es tan expresiva que llora dos veces, ofrece abrazarme en una oportunidad, y termina sus respuestas diciendo cosas como "voilá, gracias, esa es mi historia."
Entrevista a Sophia Loren: La vida por delante
Estuvo la Antonieta de Un día muy especial (1977), la descontenta esposa de un fascista que se siente progresivamente cercana a su vecino gay (Marcello Mastroianni, el más regular coequiper de Loren). Y estuvo la Filomena de Matrimonio a la italiana (1964), que intenta engatusar en el flirteo a su enamorado (otra vez Mastroianni) para llevarlo al matrimonio y que sus tres hijos extramatrimoniales tengan un apellido. Ese papel le significó una segunda nominación al Oscar, y pegó particularmente cerca de su experiencia. "Yo nací en una familia que... no era tradicional", dice.
Antes de que existiera una Sophia Loren estaba Sofia Costanza Brigida Villani Scicolone, nacida en una sala de caridad para madres solteras en 1934. "Mi madre Romilda era una mujer hermosa", recuerda Loren. "Ella quería ser actriz porque lucía exactamente igual a Greta Garbo. Cada vez que salía a la calle la gente podía reunirse alrededor de ella para pedirle autógrafos." De hecho, cuando su madre era adolescente ganó un concurso de parecidos con Greta Garbo. El premio era un viaje a Estados Unidos, pero sus padres no la dejaron ir. "No le pasó nada", dice Loren. "Ella fue siempre una persona muy solitaria. Era fuerte pero en realidad no demasiado. Quería serlo, pero no eran tan fuerte como quería demostrar, a otras personas o a sí misma."
Cuando comenzó la Segunda Guerra Mundial, Sophia, su madre y su hermana menor Maria -el padre de las niñas no quiso saber nada con ellas e incluso se negó a darle a Maria su apellido- vivieron de pan racionado y comida de forraje en la ciudad napolitana de Pozzuoli. Sophia estaba tan desnutrida que los demás niños la llamaban "escarbadientes", cuando no la estaban acosando por ser hija ilegítima.
"Todos los chicos de la escuela tenían familias con un padre", recuerda ella. "No diría que estaba envidiosa, porque amaba mucho a mis amigos, pero no era como ellos. Me sentía diferente. Y los chicos se burlaban de mí, y yo lo sufrí mucho. Fue todo un tema. Pero que mi madre no estuviera casada no nos hizo menos familia", agrega. "Quizá nos hizo aún más familia, porque estábamos fuertemente unidas por el hecho de que no éramos como los demás." Contar historias de familias no tradicionales, dice, "puede ayudar a otras niñas y niños a estar orgullosos de las familias que tienen. Todos merecemos ser amados profunda, honestamente."
Cuando Loren creció lo suficiente fuera de la fase de escarbadientes, empezó a entrar en concursos de belleza. Este es quizá el momento de mencionar lo obvio: que Loren es hermosa. Tan hermosa que casi se convirtió en un sinónimo de la palabra. En su juventud tuvo que lidiar con estrella maculina lasciva tras estrella masculina lasciva. Cary Grant, que estaba casado, quedó atontado con ella en el set de Te veré en mis brazos (1958). Peter Sellers, también casado, le declaró su amor frente a su esposa. Marlos Brando -sí, también casado- le hizo avances no solicitados en el set de La condesa de Hong Kong (1967). Le advirtió que se apartara con silbidos.
Pero esa belleza fue siempre el caballo de Troya con el que contrabandeó un millón de otras cosas: tonterías, nervio, dureza, humor, soledad, vulnerabilidad. Cuando el reputado productor Carlo Ponti apareció en uno de sus concursos, quizá fue su belleza lo que primero llamó su atención, pero fue su talento el que la cautivó. El solo tuvo una sugerencia. ¿Consideraría hacerse un pequeño trabajo en la nariz? "Si tengo que cambiarme la nariz, me vuelvo a Pozzuoli", le contestó.
Gradualmente, con su nariz intacta, Loren fue construyendo su reputación. Pequeños papeles en producciones de bajo presupuesto crecieron hacia roles estelares. Cuando consiguió su primera gran película, Aída, en 1952, utilizó el cachet de un millón de liras para comprarle a su hermana los derechos al apellido del padre. "Fui suficientemente afortunada para recibir personajes que eran buenos por mi apariencia, y buenos por mi interior", dice.
Loren aún estaba verde, pero acredita al director italiano Vittorio De Sica por buscarla. "Tenía 16 años", recuerda. "No sabía qué pensar. Debo decir que si no hubiera conocido a Vittorio, creo que no hubiera hecho las cosas tan bien como las hice. Fue un maravilloso maestro de actuación." Aun antes de que trabajaran juntos, de Sica sirvió de mentor para Loren a través de largas llamadas telefónicas. "El me dio fuerza. Fuerza para seguir adelante y nunca temer el tomar riesgos. Nunca."
Eventualmente, llegaría a trabajar con de Sica en una docena de películas. La pareja hizo parte de su mejor trabajo juntos, y Dos mujeres es quizá la mejor de todo el lote. Como Cesira, una madre viuda que escapa de su hogar rural cuando Roma queda bajo asedio, Loren da una performance impactante, desafiando las convenciones de feminidad con momentos de furia desatada. Fue algo revolucionario. Hay que pensar en ella diciéndole a un amante casual "Vos no sos mi dueño. No soy propiedad de nadie." O confrontando a un camión lleno de soldados luego de que ella y su hija de 13 años fueron violadas en manada. "¿Saben lo que ellos han hecho, estos 'héroes' que ustedes comandan?", le dice a un oficial estadounidense, plantándose frente al camión. "No, no estoy loca. No estoy loca. Mirénla a ella y díganme que estoy loca." Cuando los soldados se alejan, les lanza piedras antes de deshacerse en el medio de un camino polvoriento.
Loren hizo esa escena una sola vez. "De Sica dijo 'Guardemos todos y vámonos a casa'", memora. "Dije '¿Por qué, qué anda mal?' Y él dijo que no lo haría otra vez porque había sido perfecto. Nunca pensé que de Sica podría decirme algo así. Cada vez que la veo pienso que quizás tenía razón. Funcionó perfectamente. Le di un beso en la mejilla. Sí. Y ahora voy a llorar un poco, porque soy una persona muy emocional."
SOFÍA LOREN A FONDO - 30 de diciembre de 1979
Loren sintió que estaba destinada a las películas, pero también sintió otro anhelo. "Siempre pensé en la casa, los hijos, la familia", dice. Tras rechazar a Grant, en 1958 se casó con Ponti. Hubo un pequeño contratiempo en la forma de un juicio por bigamia -el divorcio de Ponti de su primera esposa no estaba legalmente reconocido en Italia- pero pronto calmaron las cosas y se casaron nuevamente en 1966. Dos años después nació su primer hijo, Carlo Jr. Edoardo llegó cinco años después. En la entrevista, se ve a Loren y su hijo menor juntos, él rodeándola con el brazo, ella besando suavemente su mano.
"Ellos son hermosos", dice Loren de sus hijos. "Desde que tengo memoria, siempre quise estar embarazada y empecé a pensar en el día en que sería madre". Hace una pausa. "Si sigo voy a llorar. Tené cuidado porque ya estamos casi allí. Vos no me conocés, pero esto es lo que soy."
La familia fue la razón por la que Loren tomó una pausa en la actuación a comienzos de los años ochenta, y solo ha retornado a ella de manera esporádica. "Un día estaba en casa pensando 'Mi Dios, estoy trabajando tan duro desde que tenía 17 años'...", dice. "Mientras tanto me casé, tuve dos hijos, y pensé 'Dios mío, no los estoy disfrutando porque no puedo estar más tiempo con ellos'. Era como... un lampo, ¿cómo se dice un lampo?". "Un rayo", acude Edoardo. "Como una luz...", dice ella, antes de perder confianza. "Me dije a mí misma que quería disfrutar a mis hijos, quería quedarme con ellos. Porque después de todo los tuve y son hermosos. Con lo que le puse un freno a todo, y casi sin darme cuenta estuve fuera del cine por un largo tiempo."
Fue Edoardo quien persuadió a Loren para hacer La vida ante sí. Si no hubiera sido por él, su película final quizá hubiera sido Nueve (2009), el desastroso musical romántico de Rob Marshall protagonizado por Daniel Day Lewis. Edoardo y Loren disfrutaron trabajar juntos, aunque es sorprendente saber que ella aún necesita constantemente que él reafirme su confianza. "A veces soy muy trágica", dice. "Soy muy, muy, muy del estilo 'Todo va salir mal'. Para mí es una defensa. Porque si tengo que hacer una escena muy importante, no sé si... si seré capaz de hacerla. No fui a la escuela de actuación, con lo que no sé nada sobre..." Se detiene. "No, conozco mis sentimientos".
Tiene cuatro nietos que son, según dice, los más hermosos nietos que ha visto en toda su vida. ¿Les muestra sus películas? "No quiero imponerles cosas en las que no están interesados", dice. Edoardo se ríe. "Ellos vieron la última película de su abuela, eso es seguro", dice sobre La vida ante sí. "Oh, sí, sí, dos veces, absolutamente sí", dice Loren. ¿Y les gustó? "Sí". La hija de 14 años de Edoardo la vio sola en su habitación y salió con los ojos llenos de lágrimas . "Nunca vi a mi hija tan afectada por una película", dice él. "Ahí fue cuando sentí que si la película podía conmover a una chica de 14 años, entonces quizás el resto del mundo podía responder de modo parecido a ella."
Un artículo reciente sugiere que Madam Rosa presenta una resonancia a los personajes "combativos" que Loren interpretó en sus tiempos. ¿Acuerda ella con eso? ¿Interpretó a mujeres combativas? "¿Eh?", es su respuesta. "La gente siempre lucha", aporta Edoardo. "¡No, no, no!", retruca Loren, con un "no" cada vez más enfático. "¡No!", y hace un silencio. Lo piensa de nuevo. "Quizás si luchan", dice, "es para conseguir mejores cosas de la vida."
*La vida ante sí se puede ver en Netflix, donde también están disponibles dos de los primeros protagónicos de Sophia Loren: El signo de Venus y Pan, amor y..., ambas dirigidas por Dino Risi en 1955.
Título original: La ciociara - Dos mujeres (película de 1960)
sábado, 2 de enero de 2021
León Gieco + Natalia Oreiro + Leo García
La canción, que ya se encuentra disponible en plataformas digitales y en forma de videoclip en YouTube, contó con la participación en guitarra, bajo y programaciones de Tomás Vigo -quien también realizó la mezcla-, García en teclados, percusión y voces, Gieco en voz y armónica y Oreiro en la voz.
El comunicado de prensa con el que León acompañó el lanzamiento da cuenta del sentimiento en un final de año signado por las consecuencias de la irrupción del coronavirus. "Para cerrar con esperanza un año muy excepcional, con el mundo bajo pandemia y una crisis económica global en consecuencia", señala el texto. "Por eso esta canción es más que oportuna, ya que refleja el espíritu navideño desde valores como la empatía y la solidaridad, diferenciándolos de la caridad y la lástima".
viernes, 1 de enero de 2021
Campaña "Yo sí me vacuno"
El debate por la aplicación de la vacuna llegó al mundo del espectáculo. Después de que Carla Vizzotti, la secretaria de Acceso a la Salud, habló sobre la vacuna rusa Sputnik V para combatir el coronavirus y expresó que le gustaría contar con algunas celebridades como voluntarios para generar una mayor aceptación en la sociedad, varios artistas emitieron sus opiniones al respecto. Incluso, un grupo de actores y actrices lanzaron una peculiar campaña.
"Yo sí me vacuno" es el nombre de la iniciativa con la que los artistas manifestaron su intención de aplicarse la vacuna contra el coronavirus. El grupo de personas que participaron de la medida son Mercedes Moran, Gustavo Garzón, Cristina Banegas, Taty Almeida, Rita Cortese, Federica Pais, Marina Glezer, Pablo Echarri, Diego Brancatelli, Adrián Paenza, Julieta Camaño, Ignacio Copani, Darío Grandinetti, Any Ventura y Jean Pierre Noher, entre otros.
La campaña fue presentada en el programa de radio La Mañana, que conduce Víctor Hugo Morales, y a través de un audio se pudo escuchar una compilación de frases de estos artistas que expresaron su postura sobre la aplicación de la vacuna.
Con la canción "No hago otra cosa que pensar en ti", de Joan Manuel Serrat, de fondo, los artistas indicaron: "Yo me cuido. Yo me vacuno. Yo cuando llegue la vacuna me voy a vacunar. Yo sí me vacuno. La vacuna es fundamental para la salud de todos nosotros. Porque me cuido me pongo la vacuna rusa. Sí, yo me quiero vacunar".
"Al coronavirus le ganamos entre todos. Me vacuno yo, se vacunan mis hijos, nos vacunamos todos. La salida es colectiva. Me parece que es importantísimo. Es una bendición que tenemos esta oportunidad para cuidarme yo y, además, para cuidar a los otros. Me vacuno por mí y por los otros. Para cuidarnos entre todos. Posiblemente haya que vacunarse más de una vez, así que esto es una construcción colectiva", continuaron.
Y por último, se pudo distinguir la voz de Jean Pierre Noher, quien enfáticamente parafraseó la canción de Serrat y entonó: "No espero otra cosa que la vacuna, desde ya, no hago otra cosa que vacunarme. No hago otra cosa que pensar en ti, en la vacuna que nos salve. Vacunémonos".
Estos no son los primeros artistas que se pronuncian en favor de la aplicación de la vacuna. De hecho, una de las primeras celebridades que confirmó que se vacunaría de forma voluntaria fue Florencia Peña. "Yo me vacuno. Me re contra vacuno. Me súper mega vacuno. Es más, me doy la rusa, la occidental, la oriental, la de Biden, la de Trump. Siempre fui muy vacunable", escribió la actriz en sus redes sociales con el humor que la caracteriza.
Luego de los dichos de la secretaria de Acceso a la Salud, los usuarios de las redes sociales comenzaron a sugerir nombres de famosos que podrían sumarse a la campaña. Entre ellos, citaron a Jorge Rial, quien, al ver la repercusión sobre el tema también ofreció su brazo. "Me despierto y la manada propone famosos para que se den la vacuna rusa. Con tono agresivo me ponen en la lista. Lejos de ofenderme me parece una buena idea. Ojalá sirva para, después, poder ayudar a los ignorantes ilustrados de las marchas y la Tierra plana. Estoy", publicó Rial.
Por su parte, el periodista Diego Brancatelli también se sumó a la lista de voluntarios. "Pero por supuesto que me la daría. Primero, noto un tono burlón; durante todo el día de hoy lo sentí. Rusia es una potencia mundial. No sé por qué les molesta tanto que sea de Rusia.
Hagamos una base de datos que conste en actas y que quede asentado
quien no se va a poner la vacuna, así no ocupa ese lugar cuando la
vacuna llegue. Yo quiero la vacuna", aseguró.