El dramaturgo Roberto Tito Cossa trabajó en sus comienzos como periodista del diario Clarín, a lo que le sumó diez años como corresponsal clandestino de Prensa Latina, la agencia cubana fundada por Rodolfo Walsh. Luego pasó por La Opinión y El Cronista Comercial hasta 1976. En conversación con Miradas al Sur recordó cómo se trabajaba en las redacciones de aquellos años.
–Creo que se perdió esa magia bohemia que implicaba trabajar en una redacción, donde siempre las grandes tertulias acaparaban nuestro tiempo. Intercambiábamos ideas y aprendíamos mucho el uno de otro, sobre todo yo, cuando empecé en Clarín era muy joven y trabajé con grandes intelectuales.
–¿Qué pasa hoy con el trabajo en las redacciones?
–Ahora las redacciones fueron copadas por la revolución tecnológica. Hace mucho que no voy a una redacción pero imagino que las discusiones intelectuales fueron reemplazadas por ruidos de teclados, computadoras e impresiones. No creo que pueda decir que una es mejor o peor, pero es lo que la evolución va imponiendo a nivel mundial y es que la tecnología va desplazando otras cosas.
–¿El papel del periodista también se fue modificando con el paso del tiempo?
–El papel del periodista siempre fue el mismo o al menos debería serlo, y es el de informar. Quizás lo que fue cambiando con el tiempo es el modo en que lo hacen y esto también tiene que ver con el avance tecnológico. Hoy existen muchos medios virtuales de los que nadie se hace cargo y esto desvirtuó mucho el papel del periodista.
–¿Existe el periodismo independiente?
–Absolutamente no. Hoy los periodistas responden siempre a un medio y a la línea ideológica de ese medio, y éste al mismo tiempo responde a sus intereses económicos que puede ser el campo, la oposición o el Gobierno. Puede haber algún notero que esté investigando algún tema por su cuenta y por eso se haga llamar periodista independiente. Pero cuando vende ese material a algún medio, pasa a ser parte de la línea editorial de ese medio.
–¿Qué influencia tiene el periodismo en la sociedad?
–Las noticias que se trasmiten por televisión demostraron ser muy influyentes en la sociedad. Los programas de debates políticos son bastante vistos. Sin embargo los medios gráficos todavía no pertenecen a la línea de influenciables. La gente cuando agarra un diario no lee mucho sobre política, sino que opta por secciones como deportes o policiales.
–¿Qué lugar ocupa el periodismo ante el poder?
–Primero el periodismo siempre está atado a algún medio. Siempre existieron los medios que están ligados al poder gobernante como también están los que están en contra. Los medios son muy poderosos y demostraron que si se ponen de acuerdo tienen la capacidad de derribar gobiernos. En nuestro país hace años que Clarín ocupó el lugar de poderío por excelencia, poder que se vio debilitado ante el actual gobierno por la Ley de Servicios Audiovisuales, de la cual me gustaría decir que es una ley muy buena, con puntos muy favorables, sobre todo para los pequeños medios, pero de difícil aplicación.
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