miércoles, 19 de enero de 2011

LA INFANCIA EN LA NUEVA LEY





Curiosamente, el artículo 17, capítulo 2, de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, que refiere a la conformación de un “Consejo asesor del audiovisual y la infancia” no ha despertado polémica. Nada por aquí para agregar, nada por allá para quitar. ¿Habrá pasado de largo porque total es para chicos, género menor en el que no vale la pena detenerse?

La esperanza de un país se mide por la propuesta que tiene para la infancia, decía la doctora Silvia Bleichmar. De modo que la sola enunciación de este artículo es un paso a celebrar por la especificidad de contenidos y formatos que requiere la franja, territorio propio de 3 a 12 años.

Ahora es el momento de potenciar la función “del 17”, sus efectos, sus alcances. No sólo para que no descansemos en la formalidad de su enunciado sino para que genere una discusión profunda en torno de la relación Infancia/Medios de comunicación/Cultura y su expresión en los diferentes sectores sociales. Sobre todo para quienes aún piensan que la ideología no interviene cuando de los pequeños se trata.

Habrá que interrogarse: a qué están expuestos los niños hoy, qué presiones pesan sobre ellos, qué cercos los oprimen, cuáles son los consumos culturales a los que acceden y les atraen. La TV, al igual que Internet, ocupan un lugar en la vida, el tiempo, el ocio y hasta la soledad. Es necesario estudiar, investigar, cómo niños y niñas se implican y transitan la experiencia de ser espectadores, cómo resuelven la circulación veloz de estímulos, qué efectos producen en ellos la saturación, qué esfuerzos les requieren, cómo hacen conexión, lazo, anclaje. Qué les queda y qué hacen con lo que les queda.

Qué modelos de vida y qué valores instalan los medios, la publicidad, los programas, tal vez para ponerlos en cuestión.

Los canales abiertos –básicamente los privados– fueron monitoreando con su programación hasta lograr que los niños se asimilaran a propuestas adolescentes. Cabe preguntarse: En esta corrida, ¿qué ganaron? ¿cuánto perdieron?

Será necesario ofrecer mucho más que el impacto visual. Contenidos que instalen preguntas, curiosidad, que promuevan búsquedas, que pongan en acción.

El artículo 17 no hace ni más ni menos que contemplar, reconocer derechos. El derecho de niños y niñas al humor y el entretenimiento creativo e inteligente, el derecho a entrar en contacto con una oferta cultural variada que signifique apertura a otros escenarios, al cruce de lenguajes artísticos a través de una gama amplia de géneros y contenidos. La TV es en muchos hogares la única ventana al mundo y una cuidadosa programación infantil impacta directamente en la familia. No es la escuela, pero desde ahí también es posible construir ciudadanía infantil; promoviendo la participación, la opinión, el respeto a la diversidad cultural, la mirada federal.

Es importante hablar de programación y no de suma de programas. No se trata de una sucesión arbitraria de “sueltitos”, flashes fragmentados, secuencias aisladas. Diseñar una programación implica darle unidad estética, artística y conceptual; darle identidad. Algo semejante a lo que hace un chef cuando entiende que la suma de ingredientes secos requiere algo que ligue porque, de lo contrario, se desintegran.

Diseñar una programación implica diversificarla contemplando una amplia gama de intereses para cada etapa evolutiva. Implica aportarle recursos tecnológicos, estéticos, narrativos y comunicativos que la hagan atractiva, dinámica, actual. De este modo será también posible formar desde temprano en la cultura audiovisual.

Un Consejo Asesor podrá articular con los ministerios de Educación y de Desarrollo Social, reforzando las políticas públicas, tomando conocimiento de necesidades y prioridades.

Nuestro país cuenta con recursos humanos para dar este salto. Pero es necesario promover el encuentro generacional para que quienes tienen camino transitado puedan pasar la posta. Hacer entonces una convocatoria democrática, plural, en la que dialoguen teóricos y hacedores para traducir en hechos este magnífico tramo de la ley de medios (ley 26522: de Servicios de Comunicación Audiovisual).


Mirta Goldberg
Conductora de Caminos de Tiza,
columnista en Visión 7,
asesora y libretista de programas infantiles.




ARTÍCULO 17.- Consejo Asesor de la Comunicación Audiovisual y la Infancia. La autoridad de aplicación deberá conformar un Consejo Asesor de la Comunicación Audiovisual y la Infancia, multidisciplinario, pluralista, y federal integrado por personas y organizaciones sociales con reconocida trayectoria en el tema y por representantes de niños, niñas y adolescentes.

Su funcionamiento será reglamentado por la autoridad de aplicación de la ley. El mismo tendrá entre sus funciones:

a) La elaboración de propuestas dirigidas a incrementar la calidad de la programación dirigida a los niños, niñas y adolescentes;

b) Establecer criterios y diagnósticos de contenidos recomendados o prioritarios y, asimismo, señalar los contenidos inconvenientes o dañinos para los niños, niñas y adolescentes, con el aval de argumentos teóricos y análisis empíricos;

c) Seleccionar con base en un modelo objetivo de evaluación, los proyectos que se presenten al Fondo de Fomento Concursable previsto en el artículo 153;

d) Propiciar la realización de investigaciones y estudios sobre audiovisual e infancia y de programas de capacitación en la especialidad;

e) Apoyar a los concursos, premios y festivales de cine, video y televisión para niños, niñas y adolescentes y los cursos, seminarios y actividades que aborden la relación entre audiovisual e infancia que se realicen en el país, así como los
intercambios con otros festivales, eventos y centros de investigación internacionales, en el marco de los convenios sobre audiovisual y cooperación cultural suscriptos o a suscribirse;

f) Promover una participación destacada de la República Argentina en las cumbres mundiales de medios para niños, niñas y adolescentes que se vienen realizando en distintos países del mundo de manera bianual y apoyar las acciones preparatorias que
se realicen en el país a tal fin;

g) Formular un plan de acción para el fortalecimiento de las Relaciones del Campo Audiovisual que comprende cine, televisión, video, videojuegos, informática y otros medios y soportes que utilicen el lenguaje audiovisual, con la cultura y la educación;

h) Proponer a los representantes del sector ante el Consejo Consultivo Honorario de los Medios Públicos; i) Promover la producción de contenidos para niños, niñas y
adolescentes con discapacidad;

j) Elaborar un Programa de Formación en Recepción Crítica de Medios y Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, a fin de:

(1) Contribuir a la capacitación y actualización de los docentes para una apropiación crítica y creativa del audiovisual y las tecnologías de la información y las comunicaciones, en su carácter de campos de conocimiento y lenguajes crecientemente articulados entre sí.

(2) Formar las capacidades de análisis crítico, apreciación y comunicación audiovisual de los niños, niñas y adolescentes para que puedan ejercer sus derechos a la libertad de elección, de información y de expresión, en su calidad de ciudadanos y de públicos competentes de las obras audiovisuales nacionales e internacionales.

(3) Apoyar la creación y el funcionamiento de redes de niños, niñas y adolescentes en las que sus participantes puedan generar acciones autónomas de análisis y creación de sus propios discursos audiovisuales e instancias de circulación de los mismos, como parte inescindible de su formación integral
y de su condición de ciudadanos.

(4) Aportar a la generación de condiciones de igualdad de oportunidades para el acceso a la información, conocimientos, aptitudes y tecnologías de la información y las comunicaciones que posibiliten la superación de la brecha
digital y promuevan la inserción de los niños, niñas, adolescentes y jóvenes en la sociedad del conocimiento y el diálogo intercultural que ella reclama.

k) Monitorear el cumplimiento de la normativa vigente sobre el trabajo de los niños, niñas y adolescentes en la televisión;

l) Establecer y concertar con los sectores de que se trate, criterios básicos para los contenidos de los mensajes publicitarios, de modo de evitar que éstos tengan un impacto negativo en la infancia y la juventud, teniendo en cuenta que una de las
principales formas de aprendizaje de los niños es imitar lo que ven.


NOTA artículo 17

La incorporación de preceptos sobre la protección de la infancia y la adolescencia mediante un ámbito de consulta dentro de la Autoridad de aplicación guarda consistencia con la propuesta formulada por 10 PUNTOS PARA UNA TELEVISIÓN DE CALIDAD para nuestros niños, niñas y adolescentes





sábado, 8 de enero de 2011

BELGRANO (LA PELÍCULA)




En la videoteca de Sebastián Pivotto conviven joyas del cine como Amarcord y Dersu Uzala con tanques hollywoodenses como La Guerra de las Galaxias o Indiana Jones. Esa alianza entre la calidad y lo popular es justamente lo que también resalta en la amplia producción televisiva de este hijo pródigo de Pol-ka, fanático del cine de género y de ciclos como Sábados de súper acción o Cine Fantástico.


Pivotto empezó su carrera a los 23 años, en 1994, como asistente de cámara en el piloto y primer año de Poliladron y su inquietud obligó al director Jorge Nisco a convertirlo en asistente de Dirección al poco tiempo. Un año después dirigió la telenovela Carola Casini.

Pero la consagración televisiva llegó con la dirección de Padre Coraje, la exitosa historia que además de ganar el Martín Fierro de Oro como mejor producción televisiva de 2004 se quedó con el mérito de recuperar la telenovela clásica de época contando su amor prohibido en un mundo corrupto. Luego llegaron Botineras, Mujeres asesinas, Vientos de agua, Amas de casa desesperadas, Valientes, la reciente Alguien que me quiera y el debut cinematográfico con el film de acción La Leyenda, en 2008.

A fines de 2009, Sebastián Pivotto fue el hombre en el que Campanella confió para narrar en imágenes la vida para nada fácil de Manuel Belgrano.

Belgrano es la segunda película de Pivotto y cuenta con el protagónico de Pablo Rago con quien ya había trabajado en su ópera prima, La Leyenda. Con Pablo Echarri como San Martín y Valeria Bertuccelli como María Josefa Ezcurra, la historia está centrada en los últimos diez años de vida (1810-1820) del creador de la bandera argentina, una década crucial y revolucionaria para nuestra historia. Esta segunda apuesta –la primera fue Revolución. El Cruce de los Andes– de distintos medios y organismos públicos, con participación de productoras privadas, contó con la supervisión y producción general de Juan José Campanella.

En esta entrevista, Pivotto repasa el proceso de filmación y la vigencia que la figura del prócer mantiene para entender nuestro presente.

–¿Cuáles fueron las particularidades y desafíos que afrontó al realizar una película de reconstrucción histórica?

–Principalmente, hacer el personaje de Belgrano. Había una gran responsabilidad por parte mía y, de todo el equipo, de tratar de ser lo más fiel al espíritu de Belgrano, no tanto a la historia en sí, ya que íbamos a hacer una película casi de ficción pero documental. Nuestro objetivo era encontrar el espíritu que Belgrano transmite o ha transmitido a lo largo de todos estos años. Y tratar de llevarlo a un lugar más humano, reconocido para el espectador de hoy, no esa cosa acartonada o de bronce, donde los héroes del pasado de la historia argentina parecen un derrotero de virtudes sin defectos y que todo lo que hacían era moralmente bueno. Obviamente que hacer una película de época es muy difícil porque demanda mucho tiempo de estudio, de realización, de trabajo, desde el vestuario y decorados hasta un gran cuidado de todo lo que es de época, que no se vea amenazado por nada, por el momento en el que vivimos ahora.

–¿Qué redescubrió de Belgrano como personaje de la historia y de la historia misma de la Argentina a partir de la realización de la película?

–No sé si descubrí algo, ya que yo he estudiado mucha historia, y Belgrano es mi prócer favorito, pero es cierto que hay algo que tenía más en cuenta en mi juventud y que lo tenía un poco relegado, y es darnos cuenta de que la revolución fue hecha por gente muy joven, que eran hombres comunes y corrientes solamente afectados por un momento increíble de la historia, un momento de quiebre, una visagra de la historia argentina. Y descubrir que muchas de las acciones de Belgrano que fueron conflictivas en su momento, podrían volver a ser conflictivas hoy también. Y hay una gran cantidad de hechos o escritos de Belgrano que hoy tienen una gran incidencia o son modernos para la época o todavía hoy minan sus consecuencias.

–¿Qué idea de Belgrano tiene aún hoy vigencia?

–Por ejemplo, las ideas económicas, educativas. Hay un detalle que muy poca gente sabe, la idea revolucionaria, hasta ese momento compartida con otra gente como San Martín o Güemes en el momento del Congreso de Tucumán de 1816, que era nombrar una monarquía Incaica en las Provincias Unidas del Sur. La sola idea de que la Argentina y las provincias que correspondían a esa región fueran gobernadas por un descendiente de Incas, para la época era revolucionario. Y hoy, de alguna manera con la presidencia de Evo Morales, podemos ver algo de eso. Ese volver a los pueblos originarios, ese volver a que los gobiernos sean de la gente originaria de América latina.

La película, con guión de Juan Pablo Domenech y Marcelo Camaño y el asesoramiento histórico de Javier Trimbolli, contó con un presupuesto de un poco más de 4 millones de pesos y la participación de 500 extras. Sobre la realización, Pivotto cuenta: “Estuvimos filmando en Tucumán y en Buenos Aires, Capital y Provincia. Con respecto a la producción, fue muy compleja, teniendo en cuenta que teníamos muy poco tiempo de planificación y de rodaje, pero la verdad es que tuvimos un equipo maravilloso en todas las áreas y ayudó a que pudiéramos realizar en poco tiempo este largometraje”.

Belgrano tuvo un estreno distinto al de alfombra roja: fue presentada en funciones al aire libre y con entrada gratuita en distintos puntos del país –Rosario, Plaza de Mayo, San Miguel de Tucumán, Luján–, que convocaron a más de 20 mil espectadores. Si bien todavía no existe una grilla confirmada de proyecciones, se sabe que podrá verse en Cosquín en enero y en febrero en los Espacios Incaa de todo el país, y que también paseará por La Plata y Vicente López. En la web oficial de la película, www.belgranolapelícula.com.ar, puede consultarse el cronograma, el cual será actualizado con nuevas proyecciones.

Pivotto se muestra entusiasmado por la forma popular y participativa en que su película llegó al público: “Me parece maravilloso; en un momento se habló de estrenarse la película comercialmente y, finalmente, no se hizo. Me parece un acierto que una película que se hizo principalmente para proyectarse en televisión, tenga la posibilidad de proyectarse al aire libre, para todo el mundo que quiera y desee verla. Es una muy buena manera de contribuir a los festejos del Bicentenario. Ofrecer un producto que ojalá ayude a que la gente se preocupe por la historia argentina, por Belgrano. Además, de lo que significó estar rodeado de tanta gente y sentir la tensión y los recibimientos o como la gente se emociona, la verdad que fue muy fuerte”.

–Viniendo de la producción audiovisual comercial, ¿cómo fue esta experiencia de trabajar con medios de gestión pública?

–No vi grandes diferencias, toda la producción fue llevada adelante por 100 Bares Producciones, la productora de Campanella, junto a la ayuda del Canal Encuentro y la Televisión Pública. Lo que sí hubo fue un gran entusiasmo y una gran responsabilidad por parte de todos para que la película estuviese a la altura del personaje que retratábamos, había una gran pasión atrás del proyecto. Lo otro que sentí es una gran libertad. En ese sentido, no hubo discusiones o pelea de egos o problemas que tienen que ver con proyectos televisivos o publicitarios de cualquier índole.

–Con la nueva Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, ¿cree que las productoras y realizadores del país van a tener más oportunidades?

–La Ley está respaldando esto. Ahora, creo que va a ser un proceso lento, sobre todo porque vamos a tener que aprender a convivir con esa Ley y hay que sacarle el mejor provecho posible. Posiblemente haya producciones de mayor o menor calidad con mayores o menores presupuestos, pero sí, la Ley apunta a eso.

–¿Cómo ve el futuro cercano de nuestro país?

–Mi deseo es que nuestro país pueda hacer lo mejor. Lamentablemente, tenemos tanta gente que hace lo peor. No puedo negar que yo estoy en la franja de los que tienen mucha esperanza todavía, pero hay frustrados, decepcionados por todo lo que sucede en la Argentina. Aunque también, de pronto, suceden cosas buenas. Lo puedo sintetizar en una frase: Argentina cuando necesitó un San Martín lo tuvo, y lo tuvo en el momento justo y preciso. Ojalá tuviéramos más Belgranos, si hubiera más Belgranos la Argentina sería un país más grande y maravilloso. Ojalá que nosotros y los gobiernos entendamos que tenemos que llegar a hacer causa común, un bienestar común y ahí veremos. Creo que hoy estamos un poco mejor, pero tenemos mucho camino por recorrer todavía.


cholulos