VENTA del TEATRO MUNICIPAL MENDOZA

Víctor Fayad es miembro de la Unión Cívica Radical. Fue dos veces diputado nacional, donde entabló una intensa amistad con Elisa Carrió, por “afinidad política y personal”. Actualmente ejerce su segundo mandato como intendente de la Ciudad de Mendoza (2007-2011).

Ante la decisión de la administración Fayad, del Municipio de la Ciudad de Mendoza, de desmantelar, cerrar y poner en venta el Teatro Municipal Mendoza, segundo teatro en importancia en la provincia, argumentando la falta de presupuesto para sostenerlo económicamente, repudiamos tal medida, y exigimos que se revea esta situación que atenta contra la cultura y la fuente laboral de actores, técnicos, músicos, bailarines y todo aquel que se manifieste artísticamente.

Ayer, en una sesión del Concejo Deliberante local, que terminó de manera caótica, el oficialismo radical resolvió mandar de nuevo a la comisión de Hacienda del cuerpo, el proyecto municipal que preveía la venta del establecimiento de calle San Juan 1427. Más de cuatro horas duró el tratamiento del tema, y fue determinante para que el sector oficial hiciera marcha atrás con la iniciativa, cuando se estaba por votar, la fuerte presión que ejercieron en la barra los grupos de actores, artistas, músicos, docentes de la UN Cuyo y miembros de la Asociación Argentina de Actores.

Inclusive, en un cuarto intermedio y en un procedimiento no habitual, el propio titular del cuerpo permitió expresarse al titular de los actores mendocinos, David Blanco, quien recordó que 9 años atrás habían sido convocados para aprobar la compra del bien que ahora se pretende enajenar.

La reunión tuvo momentos ríspidos durante su desarrollo, pero se volvió caótica cuando el presidente del cuerpo, Guillermo Yazlli (UCR) llegó a decir que el Municipal no tenía ningún valor, y trató duramente a los defensores del teatro, a quienes consideró “hippies mugrientos”.

Repudiamos enérgicamente esta agresión que pone de manifiesto, además del poco interés por la actividad cultural, una intolerancia que no podemos admitir.